El Huevo, que llega como consecuencia de la renuncia de Julio Falcioni, aseguró que se encontró con un plantel «comprometido, con ganas de revertir la campaña y muy unido». Respecto del último partido del Sabalero (victoria 2-1 contra Vélez, de local y con uno menos) del lunes pasado, en el que estuvo presente desde un palco, dijo que «Colón hizo un muy buen partido, y el triunfo vino bien por lo anímico».
Respecto a la idea de juego, busca «ser protagonistas, ir con los jugadores de buen pie y mirar el arco rival, con garra. Queremos que el hincha se sienta identificado«, dijo con énfasis. El sacrificio es algo característico del Huevo, como trató de poner siempre en los equipos que agarró.
Los refuerzos también dieron su palabra. Uno de ellos fue Julián Chicco, que tuvo un paso en inferiores por el club, y que viene de un paso por Sarmiento. «Apenas me llamó Mario (Sciacqua) ni lo dudé. Me tocó irme de chico, pero sé lo que es el club. Tengo a mi hermano acá (Ignacio Chicco). Quiero aprovechar, porque es un paso grande en mi carrera, y aportar mi granito de arena», dijo.
El DT y su cuerpo técnico está habilitado para debutar el sábado contra Gimnasia, por la Liga Profesional. Difícil por ser, con 14 unidades, uno de los escoltas de Newell’s junto a Huracán, pero no por eso se la va a poner fácil. «Es un rival duro y son fuertes de locales. Va a ser picado y trabado de a momentos, pero creo que los dos vamos a apostar a ganar», dijo.
Para terminar, el objetivo del plantel es claro: «Queremos meternos en la Sudamericana». Eliminados de la Libertadores y de la Copa Argentina, la única chance de pelear por puestos internacionales se reduce a la tabla anual, en la que está con 24 puntos, a seis de la meta. ¿Lo logrará Rondina en esta nueva etapa?
Fuente: Olé