19 de julio de 2022 – 21:07
El arzobispo de Paraná rompió el silencio en una entrevista exclusiva con el Nueve. Habló del juicio al sacerdote condenado por abusos, reconoció responsabilidad como autoridad y dijo que está abierto a «acompañar el daño hecho»
El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, hizo alusión por primera vez, en una entrevista exclusiva con Canal Nueve Litoral, a la condena por delitos de abuso sexual de menores del expárroco de Lucas González -departamento Nogoyá-, Juan Diego Escobar Gaviria. El religioso dijo que la Iglesia colaboró con la Justicia en el proceso penal, a la par de un juicio interno que se desarrolla en la institución. Reconoció además, como autoridad, responsabilidad en lo sucedido.
«Se colaboró con todo lo que pidió la Justicia, mientras se desarrollaba el juicio. Una vez finalizada esa instancia, comenzó el proceso canónico. Ya terminó la etapa en Paraná y está en manos de peritos de Buenos Aires, que deben emitir un fallo respecto de si todo se ajusta a derecho. De ese proceso yo no estoy al tanto, lo hace un canonista. Es un juicio parecido, donde él tiene también tiene derecho a la defensa y se hace un peritaje psicológico. Se demoró porque durante los dos años de pandemia no se pudo avanzar. Yo debo poner la sanción, que es normalmente la que ordenan los peritos. Pero para eso debo mandar la pena al Vaticano. Roma puede confirmar, solicitar que se investigue más, que se suba o se baje la condena, que normalmente es la pérdida del ejercicio del ministerio sacerdotal«, explicó Puiggari. Y agregó: «En el caso de él -por Escobar Gaviria- ya tiene la pérdida, porque está en la cárcel. El sacramento como sacerdote lo va a tener hasta la muerte. Como un bautizado, que puede decir ‘no quiero ser cristiano’, pero ya tiene el sacramento del bautismo. Pero para un sacerdote lo más importante es celebrar el ministerio, es decir, poder predicar, confesar y celebrar una misa».
«Hay una primera responsabilidad, que es de la persona que cometió el delito. Nosotros nos hacemos también, en parte, responsables por ser la institución. Por eso estamos abiertos a acompañar el daño hecho. No a reparar, porque no se repara», apuntó el arzobispo.