Todo comenzó en la tarde del sábado, en barrio Las Rosas, en el este de la ciudad. Durante la tarde, el caniche salió de la casa y como era habitual que eso sucediera, su dueña, una chica de 21 años, no se inquietó.
Pero la incertidumbre le ganó con el correr de las horas, porque el perrito no volvía.
Frente a esa situación, la joven en principio acudió a una estrategia muy común de este tiempo frente a este tipo de situaciones con mascotas perdidas: difundió en redes sociales la búsqueda.
También la situación fue notificada a la Comisaría Séptima, que tiene jurisdicción en esa zona de la ciudad, cercana a El Brete.
Las horas pasaron sin mayores novedades, y con la angustia creciendo.
Hasta que este domingo llegó la noticia inesperada, de parte de una vecina. Una familia, domiciliada en Churruarín Bis al final, había comprado un caniche de las mismas característcas del perdido.
La joven avisó a la Policía la situación. Y se dio aviso de lo ocurrido a la fiscalía en turno, para poder ingresar al domicilio e cuestión.
La orden fue emanada. Y los policías fueron hasta la casa señalada alrededor de las 14.50 de este domiingo. Allí dialogaron con los moradores quienes accedieron a devolver el caniche, pero dando cuenta también de por qué lo tenían.
Contaron que se lo habían comprado de buena fe el mismo sábado por $3.000 a un hombre que hasta el momento no ha sido identificado.
Por disposición de la Magistratura interviniente, se dispuso la entrega del caniche a la damnificada. En paralelo se intentará determinar quién fue el ladrón que se robó al caniche de la joven y lo vendió inmediatamente.